El reto
Hoy, como de rutina estos últimas días (Ya he mencionado la importancia de la rutina, pero haré un post sobre esto.. luego) hemos venido desarrollando el juego de memoria con el objetivo de poder mejorar la atención concentración de mi menor hija.
Esta vez hemos realizado un reto, el cuál consiste en resolver el juego lo más rápido posible.
Y así inició todo el juego, para ello también pusimos en la pizarra las veces jugadas y el tiempo que se demoró, haciendo un total de 5 rondas.
Antes de empezar el segundo round le dije que el premio sería ir a comprar sus pantuflas, que era un premio por haber terminado de leer su libro (hablaré sobre la lectura y los premios en otro momento); el segundo round empezó con furia y como observarán en el cuadro fue en donde más rápido lo hizo.
Yo sabía que ella lo podía hacer más rápido, pero trato de no presionarla; pero eso sí, soy 0 tolerancia a los distractores, y me di cuenta que ella empezaba a distraerse queriendo voltear las tarjetas luego de los primeros 10 segundos (tiempo que le doy para observar la posición de todas las figuras, ya hablé de esto en el primer post); así que le impedí que me ayude y le dije que se concentre en las tarjetas que tenía en frente.
El cierre
Al finalizar los 5 rounds la felicité, y le hice mención de los puntos que se deben de mejorar, por ejemplo: De pronto le da sed, quiere empezar a voltear ella las tarjetas para poder empezar, se preocupa por el cronómetro; a lo que le dije que antes de empezar a jugar ella debe tomar y preparar su toma todo para evitar el distractor, además que al querer ella voltear las tarjetas hace que pierda de memoria las tarjetas que había memorizado y por último, pero no menos importante, que ella se preocupe solo en lo que está haciendo y así obtendrá mejores resultados.
Luego nos fuimos a comprar sus tan ansiadas pantuflas. Y ahora mi hija mayor también quiere un par.